Cuando me senté a escribir hoy, no sabía por donde empezar. Empecé
queriendo escribir malas palabras a granel, herido por las incesantes e
innecesarias medidas del gobierno. Deje la computadora encendida un rato, a ver
si me llegaba algo a la mente que no fuera ‘carajo’ o ‘mierda’, pero no llegó.
Mi mente se quedó en la ira durante toda la mañana. Aun esta ahí, dando vueltas
en mi cabeza. Y no es para menos.
La policía mató a un estudiante. Quiero que piensen en eso un rato. A
una familia le quitaron su hijo, a una comunidad le quitaron un medico. ¿Y por
que? ¿Porque le tiro una piedra a un policía? Díganlo en voz alta, para que
comprendan el absurdo, para que vean lo irreal que parece al salir de la boca.
A un joven lo mataron porque se puso una
capucha y nos tiró una pedra’.
Y encima hay quienes se atreven a insinuar que eso es comprensible. Que
‘existen otros medios’ o que ‘no hace falta el comportamiento criminal’. ¿Cómo
diablos vamos a encontrar otros medios si el mismo estado que nos asesina pasa
decretos para penalizar a los medios e individuos que ‘difamen’? O sea, pasan
leyes para evitar que la gente hable. Para evitar que uno diga “Leonel es un
narco” o “Félix Bautista es un hijo de las mil putas”.
Y es que, aunque comprar votos y aliados a diestra y siniestra les ha traído
el poder a los mafiosos que nos gobiernan, no les ha traído la legitimidad. No
son legítimos porque, al sacar cuentas, no nos queda otra cosa más que
reconocerles como lo que son: un nido de déspotas, una escuela de dictadores.
No, ni tan siquiera, porque los dictadores se pronuncian una y otra vez
a favor de sus crímenes. Danilo Medina, por otra parte, se esconde tras las
faldas del Cardenal. No ha hablado nada. Déjenme poner eso en mayúsculas para
que parezca que lo grito: DANILO MEDINA AUN NO DICE NADA. Margarita, que cuando
era primera dama hablaba más que una cacatúa, hoy esta calladita. Nuestros
supuestos representantes en el ejecutivo se sientan y dejan que su país se
derrumbe y ni siquiera se dignan a defender su posición.
No la defienden, claro está, porque es indefendible. Un paquetazo
tributario de proporciones colosales, cuyo diseño solo apunta a la más triste
de las verdades. Leonel gastó tanto, robó tanto y sus secuaces dejaron la
alacena tan vacía, que ni los más inflados préstamos pueden cubrir su desmadre.
Se va con su sonrisita de morfinómano y deja a la incompetente de su mujer
supervisando el desastre.
Subirnos todos los impuestos, crearnos impuestos nuevos. Ponernos a
pagar hasta por ahorrar nuestro dinero. Todo para cubrir los gastos de un
manojo de inservibles y corruptos peledeistas de cúpula. Cuando las caravanas
de cincuenta yipetas cubiertas en amarillo y morado cruzaban las calles del polígono
central, cuando bailarinas de culo fabricado bebían Moet a ‘pico’e
botella’, ¿de donde salía el dinero? La
respuesta es que ni siquiera lo tenían. La respuesta es que estamos enfrentando
un impuesto para pagar la gasolina, los culos y el champaña que ya se han
tragado estos canallas.
Así que, ¿Cómo podremos salir de esta? Parece imposible. Nos quitan el
derecho a quejarnos. Nos matan si nos manifestamos. Nos imponen leyes dracónicas
para cada vez hacer nuestra vida un poco mas pequeña, un poco más desprovista
de humanidad. He pensado mucho y no veo un camino de paz que nos libre de estos
asesinos. No veo la paz con ellos, pero si veo el enfrentamiento.
Lo primero es que tenemos que dejar de respetarlos como personas. A
nosotros no nos respetan. Nos tratan como basura y encima se espera de nosotros
que mantengamos un nivel de decoro y deferencia apropiado para líderes. Pues yo
digo que no. Yo digo que si Danilo Medina se sigue comportando como una mierda,
mierda le voy a llamar. Si no saben como empezar, o la vergüenza les detiene la
lengua, pueden empezar diciendo, por ejemplo: “Señor presidente, usted, su
gabinete, su senado mandado a comprar y su cámara de diputados llena de
culebras son un montón de mierda”.
Lo segundo es que, los que tenemos el lujo de haber sido educados de
manera cívica y con conciencia histórica tenemos el deber de rebelar y de
revelar. Rebelar nuestra voluntad en contra de un gobierno vil y bajo; y
revelar esta vileza y bajeza a aquellos que más propensos están a los abusos
del mismo. Tenemos el deber de entrar en los barrios, hablar con la gente (no
la que está de acuerdo, sino la que no sabe lo que pasa) y encender en ellos la
llama del respeto propio. Tenemos el deber de levantarnos y quejarnos, caer
presos, romper cosas. Ser desobedientes ante la dictadura mafiosa que nos rige.
No darles un centavo y mentarles la madre cuando nos pregunten por que.
Hoy se levantó una madre, habiendo perdido a su hijo. Ahogada con los
precios contra los cuales su hijo protestó, e incapaz de denunciar a los
asesinos de su hijo. Pablo Escobar trataba bien a las personas que lo hacían
rico. Rafael Trujillo fomentaba un semblante de nacionalismo para esconder lo
abominable de su dictadura. Que estos criminales comprendan que hasta los
peores intentaban congraciarse con sus victimas.
Que nosotros nos demos cuenta que nuestro gobierno podría aprender
civismo hasta de los más aberrantes criminales de la historia. Que nos demos
cuenta que si nos siguen tratando como perros, no nos queda más que una sola opción.
Morderlos.
Excelente, creo que todos nos identificamos con este articulo ya que la indignacion que sentimos es tan grande que creo que habria que inventar palabras nuevas para decirselas a esos hijos de las remilputas que los parieron!!
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