Yo no se como la mujer lo hace.
Se levanta a las cuatro y media. Prepara desayunos y almuerzos. Limpia. Lava. Viste a sus hijos. Sale a la calle. Trabaja. Suda. Sangra. Pelea. Se defiende lo mejor que puede. Vuelve a su hogar adolorida. Atiende hijos. Ayuda a vecinos. Termina a las doce. Comienza el ciclo una vez más. Todo eso lo hace y encima estudia. Progresa. Elige. Costea. Reparte. Cría. Atrae.
Vive.
Y no una vida fácil. Sale a la calle y le dicen todo tipo de groserías y vulgaridades, con la esperanza de que abra las piernas. Al hacerlo es puta y al no, 'privona'. Le escrutinan toda su ropa, su rostro, su figura, como a un animal de zoológico. Le piden que participe en la sociedad, pero abajo, en el fondo, donde la luz no llega y el voto es nulo, sin representación proporcional en ninguna oficina del gobierno. Es el 70% de los estudiantes superiores y el 70% de los jefes de hogar y de alguna manera aun la ven como criatura de cocina. Es cegadora su belleza e indispensable su intelecto. Pero aun así las matamos como se mata un perro vira lata, por alguna pequeñez.
¿Será nuestra pequeñez la que nos hace matarla? ¿Inculto, pobre y bruto es el asesino predilecto? Todos los marcadores indican que esto es lo cierto. Pero hay algo más. No puedo solo acusar a una falta de educación. Conozco misántropos chovinistas con una escolaridad impecable. Es también la mítica herencia del super macho. La fantasía de poder de una hembra abnegada a tu servicio. El legado histórico humano de quinientos años de autoritarismo a todos los niveles, incluyendo el familiar. Es ese dejo infantil que nos hace creer superiores a ella. Olvidando que le debes la vida, no solo porque sea tu madre.
Suena a que somos aun niños cuando ella ya es adulta. La mujer dominicana se perfila a ser un ente contemporáneo. Siguiendo el modelo occidental con las restricciones aplicadas al vivir en el tercer mundo. No comento de si eso es bueno o malo, solo que nos caería bien aprender de ella. Al fin y al cabo, con poca oportunidad económica y el estigma social de nacer sin pene, ha logrado ser el futuro profesional de la nación. Imaginen lo que lograran si dejáramos de tratarlas como basura.
Y no, no soy feminista. Solo creo que la igualdad de género promete más que cualquier otro plan nacional. Más que cualquier otro porque hacer valer el derecho de la mitad de la población es un paso lógico y justo. ¿No se crea un mejor país añadiéndole voces? La igualdad de género llevaría a la igualdad racial, y de ahí a la de clases. Ayudaría a borrar el horrible condicionamiento que ha sufrido a nuestras manos durante siglos.
Pero no quiero excederme. El punto es que no se como lo hace. Violencia en su contra. Cero representación. Siglos de condicionamiento para hacerla creerse accesorio. Todo esto y aun así funciona. Pobre, con hijos que no sabe todavía cuidar. Convencida de que necesita un hombre que la mantenga. Se sobrepone y renace con rostro duro y temperamento esforzado. Acusada y vilipendiada por su compañero, perdona infinidad de veces e infinidad de veces nos da la vida.
Mujer dominicana, te celebro. Espero algún día merecerte.
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