sábado, 30 de junio de 2012

Tu allá Juan, y yo aquí luchando.

Como muchos deben saber, hoy es el natalicio de Juan Bosch. Don Juan fue uno de eso personajes que se ven muy seguido en la historia humana. Lleno de talento, brillante, emprendedor y orgulloso. Su puesto en la historia dominicana, aunque dificil de sopesar, es grande y de primera importancia. Durante toda su larga vida, estuvo en medio de la constante tormenta politica nacional, desde el exilio o desde el palacio.

Lo que si es debatible es de que lado de la historia debemos juzgar a Juan Bosch. Lo digo porque la posición oficialista para con su memoria es una de engrandecimiento y glorificación que no va muy bien con su saldo historico total.

Por una parte, es uno de los mayores cuentistas en la literatura americana. Su oposición a las dictaduras de Trujillo y Balaguer (y al que no le gusta que le digan dictador al doctor, que vaya a acusarme a la dirección) fue necesaria como contraparte al totalitarismo reinante. Tambien podriamos decir que su decisión de no volver y reclamar su derecho presidencial durante la guerra de abril salvo la vida de cientos, o quizás miles de dominicanos que estaban listos para pelear por el.

Por otra parte, miles de dominicanos estaban listos para pelear por sus recién ganados derechos y Juan Bosch les dice que no se molesten. Todos sabemos lo que sucedió después. Tres mandatos tan crueles y terribles para el pueblo dominicano que aun no nos recuperamos del todo de ellos. No estoy diciendo que un Bosch activo en la lucha hubiese logrado una victoria de los constitucionales contra los Estados Unidos. Pero sería hipócrita de mi parte apoyar la lucha a favor los derechos y decir a la vez que fue bueno no seguir intentando pelear. Es muy fácil hablar en retrospectiva, pero, como dice mi abuela María Polanco, quien combatió a favor de Bosch en la revolución:

"Tanto aguantamos y tanto peleamos, para que ese pendejo nos dejara aqui jodidos."

Y tiene derecho a decirlo mi abuela, quien participó durante décadas en la oposición junto a mi abuelo Darío Polanco, a quien calieses la delataron y coloraos le amenazaron con pistolas. Tiene derecho a quejarse porque las generaciones posteriores tratan todos esos esfuerzos y riesgos a la vida como si fueran nada, pero Bosch, quien se rindio, es ahora una leyenda.

Pero lo que más podemos argumentar es su toma de decisiones posterior a Abril. No solo hablo de la separación del PRD-PLD o de las rencillas llenas egotismo con Peña (las cuales debilitaron a la oposición en el momento en que más unida debía estar). Hablo de sus desiciones más personales. Para hablar claro, su funesta elección de protegido.

Ese es mi principal argumento. Siendo el genio que obviamente era, don Juan debía saber que su protegido Leonel era un megalomaniaco en potencia. Debía saber que ese joven de mirada sencilla y voz somnolienta era un futuro déspota neo-capitalista enamorado de su propio reflejo. Aun asi le permitio unirse ideológicamente a Balaguer y tirar todos los principios de su partido a la basura. ¿O acaso se olvidan que el PLD se supone que sea un partido de izquierda de corte socialista? ¿Podemos sentarnos tranquilos y solo decir que todo eso fue imposible de saber?  ¿Que don Juan no sabia el monstruo que liberaba sobre su pais? ¿Y aun así aceptar que era un genio sin paralelos?
Quien sabe de historia dominicana
le da asco esta imagen. . .

Juan Bosch es un gran personaje de la historia dominicana, eso no lo pongo en duda. Sus medidas políticas en 7 meses de gobierno son aun hoy la marca contra la cual todos los gobiernos se deben comparar. Lo único que digo es que su legado real no es tan rosado como lo pinta el gobierno. Un partido de "izquierda socialista" lleno de funcionarios multimillonarios, ladrones y mafiosos. Un protegido que lo unico que heredo de don Juan fue el orgullo y un repugnante intelectualismo de élite.

Se que suena a que lo acuso de mala persona. Nada de eso. Lo acuso de no hacer lo suficiente. La omisión, como todos sabemos, también es pecado.

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