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martes, 8 de abril de 2014

La hermenéutica del mamaguebo

¿Qué es un mamaguebo? El mamaguebo es una parte muy real y documentada del acervo cultural dominicano. Nuestra historia esta plagada de estas personas, reconocidas como los más viles de todos los subgrupos humanos. No me refiero, obviamente, a personas que en hecho disfruten de succionar un pene, sino de los que disfrutan de los penes metafóricos de la vida; el poder, la destrucción, el abuso, etc. Mamaguebo es un titulo bastante fácil de soltar y aun más fácil de merecer, pero los parámetros que rigen susodicho mérito nunca han estado bastante claros.

Lo primero que debemos hacer es estandarizar la ortografía, necesaria para una mejor comprensión del término. Propongo la forma “mamaguebo” por encima de “mamaguevo”, esto se debe a 3 cosas:

a)”Guevo” es una hiper-correccion, ya que la verdadera forma correcta de decirlo es “huevo”, y esta no forma parte del epíteto utilizado comúnmente.

b) La pronunciación más común utiliza el sonido bilabial sonoro de la B y no el de la V

c) A nivel hermenéutico, ‘mamaguebo’ ofrece una idea mucho menos confusa de su significado: un termino peyorativo de alcance social generalizado indicativo de las personas menos aptas (por causas de deficiencia o elección) para una acción u otra.

Ya habiendo establecido, podemos dirigirnos hacia el cuerpo de nuestro trabajo: establecer parámetros inconfundibles con los cuales podamos designar a los mamaguebos. Esto se dificulta un poco, ya que el abuso de una terminología vaga ha logrado que todos y cada uno de nosotros haya sido designado como un mamaguebo (o peor aun, un BUEN mamaguebo) en algún punto de nuestras vidas. En este caso, podemos ayudarnos un poco de algunos de los paralelos internacionales. El “mamabicho” puertorriqueño, el “chupapijas” argentino y hasta el “cocksucker” norteamericano; todos ellos comparten algunos patrones de comportamiento fáciles de reconocer.

Otra estrategia a utilizarse es la vasta experiencia del dominicano con grandes cantidades de mamaguebos durante su vida promedio. También, como no, esta el auto reconocimiento de ser mamaguebo que cada uno de nosotros debe hacer en algún momento y dar gracias de que, aunque terrible, el ser un mamaguebo parece ser un estado transitorio y del cual puede haber total recuperación.

Así pues creo poder empezar a enumerar parámetros contra los cuales se puede medir el potencial mamaguebistico de una persona u otra. Esta no es, obviamente, una lista completa, nunca podría serlo; las acciones que rigen al mamaguebo están siempre afectadas por la temporalidad y las fluctuaciones culturales del país (Las acciones de un  mamaguebo en 1983 talvez ya no lo sean en 2014). Aun así, siéntanse libres de añadir cualquier parámetro ignorado por mi parte en los comentarios.

Para mayor comodidad, creo que podemos separar cada parámetro por categorías generales. En algún momento notarán la palabra “BUEN”, escrita de esta manera. Esto, como todo dominicano debe saber, solo designa un grado de potencia mayor a lo regular. Homologo de “gran” o de “pedazo de” en otros lugares de América. Aquí vamos:

Vehicular

-El que rebasa por el lado por el cual tú vas a virar en la carretera, es un mamaguebo (Puntos extra a los motoristas, que no necesitan un carril para hacerlo)
-El que cree que el semáforo verde es simplemente una recomendación y no una orden es un mamaguebo.
-El que comprende que Whatsapp y no el guía es la herramienta de elección durante el manejo de un vehículo de motor es un BUEN mamaguebo.
-El chofer de carro publico (a.k.a. concho) que se mete en la apertura de 12 centímetros entre tu vehículo y el de al lado es un mamaguebo.
-En algunas escuelas de pensamiento, se considera a todos y cada uno de los motoconchistas como unos soberbios y soberanos mamaguebos, pero eso es un tema a discutirse.
-El que, bajo su propia volición, crea un carril extra en una carretera con líneas bien delineadas, es un mamaguebo.
-El que comprende que la velocidad prudente para una avenida principal es 5 kilómetros por hora, es un mamaguebo.
-El ciclista que se pasa las leyes de transporte bien por su sudada nalga es un mamaguebo.
-El chofer de guagua que se detiene 15 minutos en una calle vacía para esperar al fantasma de un pasajero es un mamaguebo.
-El que sale a las 5:30 de su trabajo y se la pasa tocando bocina como si eso aliviara la congestión vial es un mamaguebo
-En esa misma línea, aquel que no deja pasar medio segundo para tocarte bocina cuando la luz cambia de roja a verde es un mamaguebo.
-El AMET es un mamaguebo.
-El AMET que detiene a un delivery es un BUEN mamaguebo.
-El peatón que cree que está rodeado de algún campo de energía protectora, el cual lo hace inmune a que lo aplastes como sapo, es un mamaguebo.
-El teniente y su séquito de guardias que deciden hacer redada en el tramo más oscuro, desolado y tenebroso de una carretera es un BUEN mamaguebo.

Laboral

-El jefe es un mamaguebo.
-El que le hace “el coro” al jefe es un BUEN mamaguebo.
-El que decide que el acondicionador de aire de una oficina debe estar a -32 C es un mamaguebo.
-El que se pasa haciendo comentarios soeces acerca de mujeres, u otras razas diferentes a la predominante en el lugar de trabajo es un mamaguebo.
-El cliente que utiliza tus servicios repetidamente y repetidamente no sabe que debe hacer es un mamaguebo.
-Los niños pequeños en las tiendas NO son mamaguebos. Sus padres, por otra parte, viven en riesgo constante de serlo.
-El supervisor que se preocupa por los reglamentos más que por el sentido común es una especie particularmente nociva de mamaguebo.
-El chismoso (a.k.a. calié) de la oficina es un BUEN mamaguebo.
-El que compra una pipeta pero le duele firmar cada cheque de sueldo es un mamaguebo.
-El que te cuenta acerca de sus vacaciones en Miami o Barcelona o Florencia mientras tu “Guayas la yuca” es un mamaguebo.
-El que se alegra sobremanera cuando lo evalúan con excelencia en un trabajo inconsecuente es un mamaguebo.
-El que pasa un memorando general en vez de echar un boche particular es un mamaguebo.
-El cliente que te manda a sacar hasta a tu abuela de su ataúd y al final no compra es un mamaguebo.

Político

-El que piensa que yo no me merezco ver el atardecer porque tu valla es más bonita es un mamaguebo.
-El que no quiere que yo vea el número de teléfono del taxi pintado en el palo de luz, porque su cara es especialmente regia es un mamaguebo.
-El que en el DOS MIL CATORCE diga que este país lo que necesita es un Trujillo es un ignorante y un BUEN mamaguebo.
-El que te responda cualquier interrogante política durante los últimos 16 años con “¿Pero que hizo Hipólito?” es un mamaguebo a carta cabal.
-El que se mete en una discusión política seria entre adultos con “En el 1973, Balaguer le dio a mi abuela. . .” es un mamaguebo.
-El taxista que es guardia retirado que te regala su disertación acerca de la necesidad de caerle a batazos a los estudiantes universitarios es un mamaguebo.
-Hipólito es un mamaguebo
-Leonel es un BUEN mamaguebo.
-Vincho es el ‘non plus ultra’ de los mamaguebos
-El que acusa a cualquiera que escriba un artículo que no sea oficialista de “coger dinero de las ONG” es un mamaguebo.
-El que vota por 500 pesos es un mamaguebo.
-El que cree en las credenciales políticas de Margarita no es mamaguebo, es solo retrasado mental.
-El que ostente un cargo con sueldo alto, vehículos, exoneraciones y viajes al exterior y se haga llamar Boschista es un mamaguebo.
-El que afirme que “Yo no se de que se quejan en este país porque. . .” es un extraterrestre y un mamaguebo.
-El que se merece su carguito/botellita por su ardua labor yendo a caravanas y bebiendo Moet es un mamaguebo.
-El que vota por un PLD o un PRD y de verdad cree que le va a pasar algo muy bueno, no es un mamaguebo, es un alma muy, muy, muy triste.
-El que invoca a Peña Gómez, a Caamaño, a Bosch o a cualquier muerto que en este preciso instante se está retorciendo en su tumba es un mamaguebo.
-El negativo que cree que esto no tiene arreglo soy, perdón, digo, es un mamaguebazo.


Espero con esto puedan empezar a desmamaguebizar sus vidas y puedan ser adultos en pleno ejercicio de sus derecho y responsabilidades. Recuerden que es una epidemia peligrosa esta la que enfrentamos, y cada quien debe poner su granito.

jueves, 21 de febrero de 2013

Picadillo de Pensamiento


El hombre crea su mundo. Si no existe la conciencia humana entonces es imposible para el mundo existir, ya que este existe en función de la conciencia creativa. Por existir me refiero a que sin la dirección de una idea y una acción que lo formule, el mundo termina siendo una pila de átomos indefinidos. El mundo, no solo la materia que lo forma, sino el mundo como expresión de nuestro entorno a todos los niveles humanos, depende de nuestra interacción con el. En respuesta a esto, la humanidad se sostiene (y se diferencia de otras criaturas vivas, dicho sea de paso) gracias a la susodicha interacción. En otras palabras, nosotros creamos al mundo, y el mundo, sobreviviéndonos individualmente, crea también al individuo.

Tal continuidad es el hito mas poderoso del ser humano, la creación de una construcción ideológica/física que define al universo material y a la vez hace que este lo defina a el. Una continuidad desatada por un desarrollo de la corteza cerebral antes no visto en criatura viva alguna (conocida, claro está).

Queda expuesto de manera evidente, entonces, que dicha continuidad de construcción depende de las acciones sociales, de manera primordial.

Los avances científicos, el estudio teológico o filosófico, el desarrollo de las artes; todas las vertientes de lo que se conoce comúnmente como conocimiento humano son venas que llevan la sangre al corazón que es la sociedad en si. Que no se malentienda, el individuo es el “átomo” de la sociedad, pero la incapacidad intrínseca del individuo de tener continuidad desprovisto de la sociedad hace que la colección sea el verdadero agente operativo.

Me adentro en este argumento como punto de partida ya que es para mi básico entender que nuestra existencia es resultado de una delicada gama de hechos, ideas y acciones afectadas todas por todos los otros seres humanos existentes.

El peligro de este pensamiento es que podría parecer que justifica cualquier acción de suficiente largo alcance, ya que seria una “acción social”, y por ende, necesaria. Esto se ha intentado numerosas veces en la historia humana, justificando masacres, crímenes y crueldades varias como parte de un mayor “plan social”.

La verdad es que en esos casos la acción solo se justifica en círculos sociales cada vez más pequeños. Claro que si es justo y necesario para la elite de un gobierno un acto criminal como la corrupción y el lucro con el dinero del estado. Solo tienes que abrir el círculo hacia la población en general y te das cuenta de que esto es nocivo para la sociedad, y así, por ende, para la continuidad de esta.

Por eso es que, sin entrar en argumentos teológicos (que para mi son válidos, pero eso es otro articulo), podemos llegar a la conclusión de que existen acciones nocivas para la sociedad en conjunto, en algún grado o forma, las cuales solo tienen como resultado la alineación de individuos pertenecientes a esta. En otras palabras, cada vez que un político consigue un contrato injusto de construcción se vuelve más débil la continuidad de la sociedad humana. Cada vez que Vakeró le da golpes a Martha y ella cae presa por drogas (mientras nosotros observamos, embelesados como idiotas) se debilita la construcción de la realidad a nuestro alrededor. Cada vez que se permiten abusos como en Bahía de las Águilas, permitimos la destrucción, poco a poco, del mundo como función de la voluntad creativa humana.

Así que, no permitas que el mundo se desplome a nuestro alrededor, transformado en una simple masa de átomos sin razón. Ponte de pie y actúa, acusa al que quiera destruir a la sociedad. Detén al que roba, al que mata, al que abusa, al que socava. El destino de todo el universo humano está en tus manos.

domingo, 9 de septiembre de 2012

"Es que no era fácil."


Me encanta criticar a los demás. Es un fallo de mi personalidad. Me siento dueño de un buen juicio y una boca locuaz. Que sea así o no no viene al caso. Lo que si importa es que estoy consciente de que eso está mal. Pasar juicio es un acto muy humano, pero a la vez muy peligroso. ¿Cuándo es que se debe dar voz al juicio propio y cuando se debe dejar de lado la opinión?

La respuesta simple es siempre. Pero no es por ahí que voy. Pregunto porque las palabras son las que moldean las ideas. Incontables millones de palabras florecen en billones de bocas, y todas ellas crean ideas en las mentes de quienes las escuchan, No me refiero a inspiración ni al desprecio; me refiero al simple hecho de que una vez que las letras trascienden al labio, estas quedan prendidas al mundo. Quedan como minas, esperando impactar la conciencia del interlocutor.

En ese momento, nos llega la terrible realidad de que nada en el mensaje nos dice que es bueno o que es malo.

Por eso me preocupo. La responsabilidad de la palabra escapa casi siempre al que habla. Las repercusiones sociales de una boca que critica sin criterio son gravísimas. Recientemente, un joven dominicano fue asesinado en la capital. Noten que horrible suena ese sencillo enunciado. Ahora, añádanle matices. Digan como era su pelo (largo). Digan como era su piel (tatuada). Enfaticen el sitio (discoteca). El mensaje final (que fue el que nos metieron por ojo y nariz en los periódicos de circulación nacional y los noticiosos televisados) es uno que solo le falta la acusación directa para decir que merecía las 27 puñaladas.

“Ah, es que no era fácil” es lo que de repente aparece en la mente de una persona. Ya esa persona fue incitada por sus sensibilidades. Esa persona probablemente intente propagar este pensamiento. Al final, un ensordecedor ruido mediático ahoga el simple hecho de una vida cegada.

Yo mismo reconozco que soy culpable de este crimen. En este mismo blog ni más ni menos. No veo solución al dilema por parte del que critica. La opinión es un derecho, no importa cuan venenosa sea. Decirle a alguien que no puede hablar es igual de criminal que llenar a alguien de mentiras.

Entonces, ¿Cómo discernir? ¿Cómo saber de que flotador agarrarse en un mar bastante turbio y traicionero? ¿Cuál verdad escoger dentro de todas las verdades?

Lo primero que puedo sugerir es leerlo todo. Alguien les dirá que matar a una persona no es tan malo si esta es de dudosa fibra moral. Lean esa opinión. Analícenla. Ahora lean esta: Justificar la violencia con la apariencia exterior de una persona es cruel, incorrecto e ilegal.  Noten que el enunciado más débil es el que lanza suposiciones vagas e incita a la violencia y a la exclusión. Ahí está, entre esas palabras, uno de los mejores refugios del receptor de ideas. Cuando tengan dudas y no sepan cual es la verdad. En el momento de mayor susceptibilidad, acepten la idea que sea justa. La idea que sea caritativa para con todos, y trate a todos por igual.

Reforma migratoria. ¿Expulsión o integración? Derechos del homosexual. ¿Valoración o rechazo? Violencia contra la mujer. ¿Tradición de silencio o acción y educación? En cada caso que trasciende, en cada palabra inundada de sentido, inclínate hacia las palabras que quieren dar y no quitar. A las palabras que unen. A las palabras que quieren que despiertes y te lo piden con argumentos, no con gritos desgarradores llenos de odio o apatía. Inclínate hacia la verdad. No se si te haga libre. Lo más posible es que te robe el descanso. Pero vas a estar despierto.

Y al que está despierto no lo cogen de pendejo.

jueves, 14 de junio de 2012

Delirium Tremens de la educación dominicana.

¿ Cuál debe ser la formación de un niño?

Últimamente estoy lleno de preguntas, pero esta me intriga con su profundidad. Cada nación, cada cultura tiene su ideal de formación básica, mediana y superior. Una mezcla subjetiva, viviendo siempre en el contexto temporal y geográfico en que se esté. Aprenden nuestros jóvenes lo necesario para vivir y progresar. Podemos decir que es esto universal. Ocurre en todas las naciones del mundo. Aún aquí en Dominicana.

Cierto.

¿Cierto?

Me preocupo por República Dominicana. Me preocupaba antes como al hijo que ve a su padre derrotado. Hoy me preocupa como al padre que ve a su hijo perdido entre las sombras. y esto me pasa porque no pasa un día sin que vea como muere un poco más la educación dominicana. Es una cuestión complicada, una hidra de nueve cabezas. Cortas una problemática cabeza y dos emergen en su lugar. No es una enumeración sencilla (ni completa), pero creo identificar algunos puntos principales.

Primero esta el problema estructural. Simplemente no existe suficiente infraestructura para darle un espacio digno al estudiante. No adecuado. Digno. Quien no ha visto un estudiante cargando un bloque de cemento no reconoce la diferencia. la nación, aun con la plétora de aulas que se entregan en cada elección, esta falta de espacios dignos de aprendizaje.

Segundo esta el problema formativo. ¿Quienes son los que educan a nuestros hijos? ¿No creen que si pedimos ver diplomas en las paredes de nuestros médicos e ingenieros, también deberíamos hacerlo en las de nuestros profesores? ¿No creen acaso que deberíamos pagarles más que la penosa miseria que les pagamos? ¿ Cómo se puede pedir un joven adulto responsable si el primer modelo que le ofrece el estado es un penoso espectáculo de miseria y apatía?

Tercero está el problema de contenido. Aquí es que la discusión toma un tono macabro. Cualquier educador que se respete le puede atestiguar que la calidad del programa educativo es simplemente patética. Las materias que cursan nuestros jóvenes corren la gama desde anticuadas hasta engañosas. Libros de texto rellenos de mentiras históricas, reliquias del trujillato. Cuadernos llenos de errores, productos de una falta de interés de los ministros y empleados responsables.

Pero este no es el verdadero punto de mi discurso. Me atrevo a ir un poco más allá y decir, "¿es esto todo lo que necesita un niño para ser un hombre?". No un niño cualquiera tampoco. Un niño dominicano, con los problemas intrínsecos de la dominicanidad.

Nuestros niños merecen un programa más completo. Un programa que integre no solo el conocimiento científico y natural, sino que se enfoque en nuestro lado mas flaco: el ético y filosófico. La cívica, harto ignorada y vuelta un chiste, debe ser arrastrada de su marasmo del siglo XIX. Si las matemáticas y las ciencias naturales te hacen conocer la naturaleza, la ética y la filosofía te hacen comprender la realidad. No hablo de meditaciones rumiantes. Hablo de verdad. Hablo de justicia. Hablo de discernimiento.

Háganle caso, la comprensión
es tan importante como la idea.
Ahora, se que creerán muchos que se requiere más 'tigueraje' y menos 'pensamiento' en nuestro ámbito nacional para salir airoso. Que es irreal querer inculcar fundamentos éticos en nuestros hijos. Pero, siendo 'realista', ¿como nos ha ido hasta ahora con eso? Como nos ha dejado parado el tigueraje? Además, ¿por qué solo quedarse en temas "productivos"? No quiero extenderme demasiado, pero es ilógico pensar que para un niño es más importante una base de, digamos, física, que una base de cívica. Algunos serán físicos, pero todos serán ciudadanos.

¿A qué se debe la resistencia entonces? ¿Por qué no quieren los que mandan que tus hijos sean personas completas, capaces al menos de una hermenéutica básica dentro de su entorno social? ¿Acaso es tan simple como que "el bruto es más fácil de comprar"? ¿Llega acaso a que "el formado a medias lo completa cualquier cosa"? Debemos esforzarnos por darles un futuro a nuestra juventud. Ese futuro no esta en una computadora dentro del aula. Ese futuro esta en reconocer que solo una educación fundamentada en la libertad (y la defensa de esta) puede rescatar a un país.

Si cuentas los signos de interrogación en este magro articulo te das cuenta que son muchos. Eso es porque en términos de la educación de la nación dominicana, existen más interrogantes que respuestas. Si al menos tu y yo no las podemos responder, ¿no crees que seria bueno darle a tus hijos las herramientas para hacerlo?