jueves, 21 de junio de 2012

Intermedio Musical


No se si alguien lo sabe, pero yo soy mitad puertorriqueño. Nací en Bayamon, Puerto Rico, de padre dominicano y madre boricua. Esto, ademas de traerme algunas peleas durante mis años escolares, me ha dado una perspectiva algo diferente a la encontrada por la mayoria aquí. La perspectiva es importante en cualquier discusión, mayor aun cuando la discusión toma carácter nacional, social o político.

La mayoría de nosotros toma nuestra posición en cualquier tema como la verdad absoluta. Eso es natural, cada quien tiene (comúnmente) una buena opinión de si mismo. Lo que es peligroso es quedar ahí, inamovible. El mejor ejercicio para evitar esto es ver la verdad del otro.

Mi caso personal se presta bien para el ejemplo. Si hago el esfuerzo, puedo ver con diferente luz la realidad de ambos mis países. En Dominicana, mucha gente critica y desprecia al inmigrante haitiano. Lo mismo le pasa a muchos dominicanos en Puerto Rico. Reclamar los derechos en una tierra mientras se coartan en la propia es vivir en hipocresía. En Puerto Rico muchos ven la independencia como un paso económico hacia atrás. En Dominicana al menos existe la cultura del aprecio a la libertad en si, aun si no la podemos practicar al cien por ciento. Al poder observar la opinión y la realidad del otro, puedo expandir mi horizonte.

Debemos practicar este ejercicio con frecuencia, ya que la mayoría de nosotros vivimos en sociedad, y también nos preocupamos por esta. El inmigrante toma trabajos que podrían ser del nativo, pero el inmigrante consume y forma parte de la economía. En un muchos países hay corrupción, pero observen como en gran parte de ellos al corrupto se le persigue. Al aprender del vecino, nos hacemos mejores.

Brindaré un ejemplo presente. A República Dominicana viene Residente Calle 13 este fin de semana a cantar. En este y muchos otros países existe una gran identificación con su mensaje, inconforme y latinoamericanista. En mi Puerto Rico enfrenta graves criticas de varios grupos, no solo limitados a estadistas o conservadores, ya que se le ve en muchas ocasiones mas preocupado por la unidad latinoamericana que por la condición de su país. Pero no ven que la preocupación continental del autor es por un despertar en su interés por su cultura latina. Alejándose de la visión centrada en norteamérica que se promueve en Puerto Rico desde 1898. Este interés le brinda una perspectiva más abierta a las sensibilidades locales de cada país donde viaje, a sus dificultades y situaciones. Llevando el ejercicio a su finalidad práctica, puede Calle 13 entonces aplicar este acercamiento cultural a su relación con Puerto Rico. En conclusión, al hacerse más "del mundo" y menos "de Puerto Rico", puede comprender mejor como funciona, y podría funcionar, su país.

Esta manera de pensar, tristemente, no es muy popular entre nuestros gobernantes, quienes tienden con demasiada facilidad a excluir a todo el que presente algún germen de pensamiento intercultural. Como exaltan los valores patrios en los momentos en que deberíamos mostrar mayor acercamiento a nuestros vecinos. En Puerto Rico y en República Dominicana, puedo decir por experiencia propia, glorifican lo "nuestro", pero se limitan a lo simple y lo material. Glorifican la efigie de Duarte, pero sin estudiar las ideas de este, ni reconociendo su vigencia. Veneran a Albizu Campos, pero sin escuchar jamás su voz, ignorando su mensaje

Así que, póngase en los zapatos del vecino de vez en cuando. Es posible que este de mal humor porque su hijo esté enfermo. Expanda ese circulo y póngase en los zapatos del inmigrante, que solo busca darle de comer a su familia con trabajo. Expanda una vez más, y póngase en los zapatos de las naciones, que solo buscan la realización de sus gentes sin que les digan que hacer.

Expanda otra vez y llegue a si mismo. Es posible que ahora se entienda un poco mejor.

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